Camilo Andrés Tamayo Gomez, Oscar Moreno Martinez, Colombia, April 2007
Un espejo trizado: Calidad informativa sobre las representaciones del conflicto armado y la paz que están presentes y/o ausentes en los noticieros colombianos.
El unifuentismo, el centralismo y el oficialismo son los tres grandes problemas de la agenda sobre el conflicto armado en Colombia. Estas dificultades deben mirarse desde el contexto empresarial que se hace de la información, y desde las preocupantes situaciones que se presentan al interior de las salas de redacción.
Keywords: | | Colombia
Ref.: REY, Germán. BONILLA, Jorge Iván. GÓMEZ, Patricia. La Televisión del conflicto. La representación del conflicto armado colombiano en los noticieros de televisión. Proyecto Antonio Nariño. FESCOL. Colombia, 2005.
Languages: Spanish
Document type: Book
En el 2005, el Proyecto Antonio Nariño realizó un monitoreo de las informaciones periodísticas sobre el conflicto armado en Colombia con el propósito de indagar la presencia o ausencia de criterios de calidad periodística (imparcialidad, pluralidad, precisión, claridad y diversidad) en las emisiones de 10 noticieros: cuatro nacionales (Noticias RCN, Caracol Noticias, CM&, Noticias Uno), cinco regionales (Noti 5, CV Noticias, Notipacífico, Notivisión y Teleantioquía Noticias) y uno local (City Noticias). La investigación, además del análisis de contenido de 2116 piezas noticiosas, realizó entrevistas a profundidad a editores, reporteros, directores y corresponsales para cotejar algunos hallazgos del estudio desde las propias prácticas periodísticas que se manejan en los canales.
La televisión es el medio más importante que ha representado en los últimos años el conflicto armado y la paz, porque ha logrado configurarse como el medio de mayor cobertura, penetración e impacto entre la población colombiana. La investigación nos muestra que la información sobre el conflicto tiene especial relevancia en los noticieros (1) : aunque en promedio alcance como máximo la tercera parte del tiempo total de las emisiones, en la mitad de los casos es objeto de los titulares de la emisión, supera a otras agendas de la información como nota de inicio y su aparición se ubica mayoritariamente en el primer bloque informativo.
Unifuentismo, centralismo y oficialismo
¿Qué géneros periodísticos son los más utilizados en el cubrimiento del conflicto? La noticia y las breves-mixer obtienen un 94 %, mientras que narrativas más interpretativas que ofrecen elementos más vivenciales, contextuales y testimoniales como el reportaje, la crónica o el informe especial apenas obtienen el 6 %. A esta primera cifra habría que agregarle dos más: primero, en el 87 % de los casos hay un cubrimiento sólo de hechos-sucesos-incidentes por encima de categorías como seguimiento noticioso y reacciones al hecho, y segundo, en un 50 % la información no se contextualiza.
Entonces, puede decirse que el cubrimiento del conflicto se está haciendo principalmente por medio de la noticia que se fija exclusivamente en hechos, sucesos o incidentes, en su mayoría, descontextualizados. Esto da pie para afirmar, como lo hace Germán Rey, que el conflicto interno colombiano es un conflicto que se representa televisivamente desde la acumulación de hechos que se sobreponen, muchas veces sin dejar oportunidad a la necesaria decantación. Es evidente que la falta de géneros periodísticos, la ausencia de análisis y opinión, y la falta de ubicación histórica corroboran la ausencia de criterios de calidad periodística.
Por otra parte, cuando se habla del epicentro geográfico (donde ocurren los hechos), la investigación afirma que el conflicto tiene un contexto urbano: los noticieros nacionales y locales narran el conflicto desde Bogotá (62 %), y los regionales desde las cabeceras municipales (31 %) o las ciudades capitales (22 %), dejando atrás las zonas rurales (nacional 16 % y regional 14 %). Es curioso que la información del conflicto se desarrolle más en lo urbano que en lo rural, siendo esta última la zona más azotada por la violencia.
Estos datos son entendibles si se tiene en cuenta que en la mayoría de la información sólo aparece una fuente que, por lo general, es oficial y se encuentra en lugares urbanos; además, debe tenerse en cuenta la paupérrima situación de los corresponsales (que son los encargados de visibilizar los lugares alejados en los noticieros nacionales), y la difícil situación económica y profesional de los reporteros en región.
¿Quiénes hablan y de quién se habla en la información sobre el conflicto y la paz en los noticieros colombianos? (2) Hay varios datos reveladores:
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En el 63 % de los casos las notas no citan o sólo citan una fuente;
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Cuando hay dos o más fuentes, en el 62 % de los casos los puntos de vista no son contrastados, sino ampliados;
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En el 82 % de los casos es un hombre quien habla;
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En un 88% se trata de una fuente primaria;
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En un 91% la fuente se encuentra identificada;
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El sector oficial es más fuente (55 %) que sujeto (30 %);
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Los grupos armado son más sujetos (41 %) que fuentes (6 %);
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Y con respecto a las fuentes ‘no oficiales’, son los sujetos sociales el principal sujeto (18 %) y fuente (17 %).
Entonces, la agenda informativa del conflicto y la paz presenta un marcado protagonismo de la fuente única que, en la mayoría de los casos, se trata del gobierno (presidencia y ministerios) y la fuerza pública (militares y policía); la presencia de dos fuentes no está asociada a la diversidad de los puntos de vista, sino a la ampliación de una misma opinión; hay una masculinización de la esfera pública y de los relatos mediáticos sobre conflicto; habla más el sector oficial de lo que se habla de él y se habla más de los grupos armados que lo que ellos hablan; y, después del sector oficial, los sujetos sociales como las víctimas, los testigos y los desplazados tienen el mayor protagonismo más por sujetos que por fuentes.
Otra pregunta asociada a las fuentes y sujetos es: ¿qué asuntos del conflicto tratan los medios? La política interna es el asunto más tratado y específicamente el tema de la negociación, sobre todo en los medios nacionales; en los regionales y locales hay un mayor énfasis en los derechos humanos y sociedad civil, especialmente en el tema de ataques contra la población civil.
Al reunir en un solo bloque analítico los temas concernientes a la política interna, lo bélico-militar, y lo jurídio-judicial, y comparar estos resultados con los porcentajes de aparición de las fuentes de Gobierno, Fuerza pública y poderes del Estado, se concluye que estos asuntos representan más de la mitad de la agenda noticiosa del conflicto y que allí es donde se concentra el mayor promedio de las fuentes oficiales.
Es interesante ver que los asuntos que tienen dos o tres fuentes son los relacionados con los derechos humanos (ataques contra la población civil, desplazamientos, violación de DDHH y DIH) y con temáticas concernientes a la sociedad civil (movilizaciones ciudadanas, acciones sociales). Además, si se tiene en cuenta que las posibilidades de contrastar las opiniones resulta del mayor número de fuentes citadas, se puede afirmar que específicamente el tema de derechos humanos, por tener más de dos fuentes, es el que mayor diversidad y pluralidad presenta.
Por último, ¿cuáles son los sujetos que más aparecen en las imágenes? Otra vez más los resultados resaltan la gran visibilidad que tiene el Gobierno y el Estado; es decir, los que aparecen más en pantalla nacional son la Fuerza Pública y los funcionarios de Gobierno. En los noticieros regionales, aunque manejan normalmente imágenes con sujetos oficiales, se destaca también la visibilidad de la sociedad civil.
Commentary
En la noticia, el género más utilizado, predomina la fuente única que por lo general es del sector oficial. Esto lo corrobora el hecho de que la política interna sea el tema más abordado y que los sujetos en las imágenes sean prioritariamente del Gobierno o del Estado. Esto equivale a decir que en los noticieros nacionales y regionales de Colombia no hay una pluralidad de voces, no hay diversidad de opiniones y, en últimas, hay ausencia de los criterios de calidad periodística.
Es muy fácil criticar desde afuera, sobre todo, al obtener los resultados antes expuestos; sin embargo, se tiene que ver el gran esfuerzo que los noticieros, los canales, los directivos y los periodistas hacen para salir al aíre y cubrir el conflicto que es el tema más complejo, y por eso mismo, el más importante de la agenda. Las mismas prácticas periodísticas nos muestran una parte de la realidad que el televidente no conoce: bajos sueldos, discriminación laboral, presiones ideológicas, problemas de seguridad, extensos horarios de trabajo, largas horas de emisión, imposibilidad de seguir estudiando, entre otros.
La investigación propone que el relato del conflicto se diversifique y abarque otras miradas. Para ello, debe haber una nueva estructura que primero le garantice un trabajo más digno a los periodistas, y segundo, cambie las lógicas que no permiten cumplir con los criterios de calidad periodística.
Notes
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(1) : En este punto debe aclararse que si bien los noticieros nacionales de los canales privados le dedican más informaciones individuales a temas relacionados con conflicto, esta supremacía no se refleja en el despliegue informativo. Hay otros noticieros nacionales y regionales que, aunque informan menos del conflicto, cuando lo hacen, le dedican más tiempo en sus informaciones.
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(2) : Fuente es la que habla con voz propia y directa en los noticieros y sujeto es de quién se habla.