Corrientes actuales sobre las Fuerzas Armadas

A lo largo de la historia, el Ecuador no ha presentado contradicciones antagónicas que se hayan expresado en episodios de violencia dramática. Esto es producto de su propio desarrollo histórico, y, sobre todo, de la presencia de un reformismo civil y militar oportunos.

Los problemas territoriales han dado lugar a una concepción particular de la relación cívico-militar, diferente a la de varios países. Pese a la intensa propaganda marxista en contra de las Fuerzas Armadas (por considerarla un simple aparato represivo de la dictadura burguesa), los resultados que arrojan diversas encuestas independientes afirman que las Fuerzas Armadas se encuentran a la cabeza en términos de credibilidad y prestigio.

Tomando como referencia que las Fuerzas Armadas de otros países se convirtieron en una amenaza contra los Derechos Humanos y fueron apoyo central en dictaduras sanguinarias, existen grupos que quieren minimizar la participación y presencia de las Fuerzas Armadas en la vida social y que preferirían la no existencia de estas organizaciones militares. No obstante, desde una visión objetiva, la existencia de unas Fuerzas Armadas bien institucionalizadas es un factor fundamental para evitar los abusos de poder y para racionalizar la aplicación de una represión legítima y legal, necesarias para la vigencia de un estado de derecho. Las fuerzas policiales no bastarían para asegurar los complejos conflictos internos e internacionales, como algunos sectores sostienen. “(…) la aplicación tanto disuasiva como represiva de la represión interna y externa necesita, de modo similar a la de la juridicidad, la existencia de instancias que hagan factible el principio de acción respuesta, desde el agente de tránsito que vigila la aplicación de las leyes de esa área, hasta la fuerza especializada que defiende al país de una agresión externa o de la narco subversión, con el empleo de elementos de violencia de mayor intensidad.” (p. 185)

La gran mayoría de la sociedad civil apoya y respalda a las Fuerzas Armadas porque encuentra en ellas seriedad y confiabilidad. Por su parte, los militares ecuatorianos han comprendido cuál debe ser su rol dentro de la vida social y han sabido convertirse en una fuerza disuasiva que asegura la independencia, soberanía y continuidad histórica del país, poniendo énfasis en su participación dentro de las actividades de apoyo al desarrollo social y económico nacional.

Commentario

Señala la importancia de las Fuerzas Armadas como una institución confiable, sólida y reguladora en el marco de la frágil institucionalidad del país. En diversas ocasiones las FFAA se han encargado de solucionar conflictos en instancias públicas que carecían de organización o credibilidad. Por eso, para el autor, las Fuerzas Armadas no son símbolo de represión; si es que se hallan bien institucionalizadas son símbolo de orden, desarrollo y paz.

El General Paco Moncayo Gallegos se desempeña en la actualidad como Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito. Fue un reconocido militar mientras estuvo en servicio activo, llegando a comandar al ejército en la Guerra del Cenepa (1995). Cuando pasó a servicio pasivo, se involucró en política, llegando a ocupar el cargo de diputado. Como alcalde, también ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales. Se le cataloga como uno de los representantes de militares ilustrados, por su nivel de estudios académicos y su aporte a la sociedad ecuatoriana. El General Moncayo pertenece a la misma generación de militares que han sido entrevistados para este dossier.

Notas

• Los contenidos de la presente ficha han sido tomados del libro “Fuerzas Armadas y Sociedad”, capítulo “Presente y Futuro de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas”, de Paco Moncayo Gallegos. Esta ficha, refleja el pensamiento de cómo un militar ve el papel de las Fuerzas Armadas.

• El texto se cita literalmente en la ocasión señalada (p. 185).