Ficha de análisis

, Universitat de la Pau de Sant Cugat del Valles, julio 2019

«  Si eres negro, eres migrante » Las cuestiones en juego de la categorización - Trabajo colectivo con solicitantes de asilo en un taller radiofónico

Curs d’Estiu 2019 - Universitat Internacional de la Pau - Sant Cugat del Valles FRONTERES: PERMEABILITAT PER LES ARMES I ELS CAPITALS MURS PER A LES PERSONES

Introducción

Esta mañana, trato de mostrar la creación de la alteridad a través del proceso de deshumanización de las personas clasificadas como « migrantes », así como los efectos producidos en ellas, ya que son las primeras afectadas. Me baso en un trabajo de investigación colectiva realizado a través de talleres de radio. Estos talleres son el corazón de una metodología de investigación diseñada para superar la asimetría entre los investigadores y los sujetos de la investigación, en lo que toca a la manera de producir conocimiento. La investigación es colectiva ya que es un trabajo compartido entre una colega antropóloga que dirige los talleres de radio conmigo y todas las personas que participan en este taller.

Iniciado en 2016, en un curso de francés para solicitantes de asilo, sin ningún objetivo de investigación, con el tiempo se han convertido en un espacio privilegiado para trabajar con los primeros interesados ​​sobre el lugar que tienen asignado en la sociedad francesa. Hace un año, decidí hacer de esta área de investigación la metodología y el tema de mi tesis doctoral en socio-antropología. Así que hoy presento una reflexión que evolucionará a medida que se desarrolle la tesis y que represente el trabajo de una obra colectiva.

Primero, unas palabras sobre la metodología de investigación.

El taller radiofónico se anima en clases de francés que existen por cuenta propia del taller en una asociación que acompaña a los solicitantes de asilo en sus procedimientos en Grenoble, Francia. La idea es que los participantes elijan los temas que desean abordar y trabajen en ellos a partir de discusiones, discusiones grupales y entrevistas con personas externas. Todos los intercambios son grabados y editados por mí en forma de documentales de sonido, caminatas de radio y transmisiones. Hoy escucharemos extractos de estos intercambios.

Cabe señalar que la mayoría de los participantes son hombres de países africanos, que han pasado por el procedimiento de asilo. Vienen principalmente de Guinea-Conakry, la República Democrática del Congo, Angola y ahora Costa de Marfil. El grupo no es estable, ya que depende de las incertidumbres del procedimiento.

Hoy, voy a tratar un tema que nos ha ocupado mucho desde octubre del 2017, la designación; o sea, las palabras que designan a las personas que migran.

¿Por qué interesarse en la designación?

Este tema surgió en los talleres cuandolos participantes hicieron la siguiente pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre inmigrantes y expatriados?Esta pregunta es importante pues la designación es el acto inicial de la construcción de la minoría.

Voy a desarrollar este tema mostrando, en primer lugar, cómo el lenguaje categoriza a las personas; y de hecho esto deshumaniza a los primeros afectados. Después, explicaré cómo las categorías jurídicas también participan en este proceso de fabricación de alteridad. Finalmente, presentaré las experiencias de las personas para cuestionar la trivialización de la violencia.

Una última precaución: cuando uso la expresión “el migrante”, me refiero a la figura construida por lenguaje dominante.

I –Palabras que fabrican la alteridad y deshumanizan

Propongo explicar este título a partir de lo que las palabras, o sea, las categorías de designación, parecen significar para aquellos que participan en el taller de radio y lo que revelan sobre la sociedad.

Para esto, sugiero escuchar un extracto de un programa de radio realizado en noviembre del 2018. Los participantes responden a entrevistas realizadas con estudiantes de secundaria. Es un debate principalmente en torno a las palabras « migrante », « refugiado » y « expatriado ».

Koffi: Migrante y refugiado ¿hay alguna diferencia para usted?

Timothée: Cuando hablamos de palabras, cuando decimos refugiado, es como la gente que se fue al exilio porque era la guerra o todo eso, pero cuando veo gente… cuando veo gente en el autobús, no veo la diferencia…

Lalie : Un migrante no es necesariamente un refugiado político, un migrante puede ser simplemente un trabajador que busca trabajo al otro lado del océano. Mientras que cuando eres un refugiado, hay un problema en tu país, es que no tienes necesariamente la opción de quedarte… no es realmente una elección que te veas forzado a hacer…

Romane: Un refugiado no es necesariamente político, mientras usted esté en peligro. Por ejemplo, una niña amenazada con la mutilación genital femenina puede ser considerada refugiada si se va a otro país, a un país donde no existe la mutilación genital femenina.

Koffi: Si algún día dejas Francia y te vas a vivir a África, a Costa de Marfil por ejemplo, de donde yo vengo, ¿cómo crees que te llamarán, migrantes o refugiados?

Romane: A menudo, cuando se trata de alguien de un país desarrollado, siempre decimos « expatriado », nunca decimos “migrante”.

Koffi: Así que si yo, como africano de Costa de Marfil, me levanto una mañana y quiero venir a vivir a Francia y llego con un visado normal, me instalo aquí en Francia, ¿seré considerado un expatriado o…. ?

Romane: No sé, en verdad depente si eres rico o no…

Timoteo: Sí, es cierto que la clase social es muy importante.

Dadi: ¿Cómo una persona que viene de Costa de Marfil para establecerse en Francia tiene que mirar su posición financiera primero para llamarlo expatriado? Y un francés que sale de Francia para Costa de Marfil lo llamamos directamente expatriado, no miramos su posición financiera, lo llamamos directamente expatriado, pero para un africano tenemos que mirar su posición financiera primero para llamarlo expatriado, así que lo llamamos inmigrante, ¿por qué esta diferencia?

Adida: No sé si es un problema de color de piel o no sé… porque si no existiera el problema de la piel no haríamos la diferencia allí.

Bob: Hablar de expatriados no es una cuestión de blancos o negros, en el país cuando yo estaba en la República Democrática del Congo había visto sudafricanos, son africanos, son negros, pero fueron considerados expatriados. Desde que estoy aquí en Europa, no veo que usamos mucho más la palabra expatriado. Así que en Europa, consideramos a los negros ante todo como inmigrantes. Ciertamente, todos somos parte de los migrantes porque es como una palabra migrante general y dentro de ella está dividida en grupos: hay refugiados, hay emigrantes económicos, hay expatriados, pero tengo la impresión de que la palabra expatriado ha sido eliminada para dejar a los refugiados y a los emigrantes económicos. Porque si nos preguntamos solo sobre la situación financiera, hay políticos de renombre en el país que se han visto obligados a exiliarse, están aquí son enormemente ricos, los conozco aquí en Francia, Bélgica, Europa en general, pero no se les llama expatriados pero todo el mundo sabe al menos que son ricos, muy ricos incluso pero no se les llama expatriados….

Adida: El problema para mí era que tenemos que llamar cada cosa con su nombre tal vez. Si eres un perro te llamamos perro, si eres un pollo te llamamos pollo, pero allí el blanco que viene a nuestro país no lo llamamos directamente migrante, quisiera que llamemos a alguien en su nombres.

Programa completa: audioblog.arteradio.com/blog/98862/podcast/131010/la-voix-qui-crie-dans-le-desert-3

Muestra de audio del programa La voix qui crie dans le désert

¿Qué hay que entender de la palabra « migrante »?

Esta experiencia alrededor de las palabras utilizadas para designar a las personas que migran empezó hace dos años. Tuvimos muchos intercambios que duraron meses y que continúan hoy. Diferentes palabras surgieron y fueron cuestionadas por los participantes como « Inmigrante », « emigrante », « migrante », « expatriado », « refugiado », « exiliado ».

Durante estas discusiones surgió la confusión sobre el significado de las palabras y sus usos. También, desembocóa a que no les parece apropiado que los designen así.

En Francia, la palabra “migrante” no se usa de la misma manera que “inmigrante”. Esta palabra se impone en lenguaje dominante desde 2015. La mayoría de los participantes explica que no conocían esta palabra hasta que llegaron a Libia o a Europa. Cuando lo descubren, no necesariamente entienden su significado exacto y, para algunos, lo experimentan como una exclusión, una estigmatización. Sobre todo les molesta la forma en que se utiliza en los medios de comunicación con una connotación negativa y que siempre se asocia con los datos económicos. Esto, es algo con lo que no quieren identificarse porque deslegitimiza su procedimiento de asilo.

Finalmente, algunos explicaron que el problema no proviene tanto del significado primario de la palabra, sino más bien de su uso y, en particular, de su uso para marcar la diferencia entre las personas, como hemos escuchado en el audio.

La observación de los participantes es que no se utiliza “migrante” para los europeos, los “blancos”, que viven en África. Sin embargo, algunos señalan deberían ser llamados « migrantes económicos », ya que vienen a recoger dinero de África. Adida, un participante, propuso llamar a las personas por su nombre y, por lo tanto, a los europeos que viven en África « migrantes », que es lo que son. Justin también dijo un día que los europeos han construido esta categoría según su punto de vista y que está hecha para ellos. No obstante, la palabra que se utiliza para ellos es « expatriados ».

Así, la categorización “migrantes” se usa para algunas personas y no para otras. Una de las explicaciones que subrayan los participantes del taller es que se les llama así porque son de color negro. Lo interesante es que algunos de ellos señalan el hecho de que los negros de África, que son grandes figuras políticas, es decir, que tienen cierto poder, son llamados « exiliados » en Europa. Así pues, los negros son migrantes salvo pocas excepciones.

Esta etiqueta parece adherirse a la piel, sin vínculo con el estatuto legal en particular. En una conversación Bob plantea una pregunta significativa: « ¿Cuál es la frontera, el límite, para que ya no seamos considerados como migrantes? " Porque sabe que aunque tenga el estatuto de refugiado o la nacionalidad, será siempre considerado “migrante” como los franceses que son negros y les llaman “migrante”.

Entonces, entiendo que la palabra « refugiado » les parece más adecuada, ya que supone que detrás de ella hay una idea de refugio y eso es lo que les gustaría que fuera Francia para ellos. Esta palabra integra mejor la noción de restricción en la elección de dejar sus países, lo cual es importante para ellos. También creo que es porque son conscientes de que esta palabra tiene una connotación mucho más positiva.

Lo que me llama la atención, es que durante los talleres, los participantes explican que no todos se fueron de su país por las mismas razones o con los mismos objetivos y esta experiencia de categorización la viven como una negación de su singularidad, de su humanidad y también de su poder de acción.

Por lo tanto, la palabra « migrante » actúa como una especie de etiqueta para designar a algunas personas y no a otras, sin vínculo entre si han migrado o no. Actúa como una categoría impuesta a las personas con las muchas representaciones vinculadas a esta categorización.

Designo la categorización como una actividad de conocimiento basada en a la existencia de grupos dentro de la mayoría. El problema es que reduce la complejidad: la persona categorizada está globalizada, es decir , no tiene caracteres específicos. En esta operación, siempre es el otro quien nombra y no el “uno mismo” y establece la referencia en torno a la cual se construye la diferencia el nombrante y el nombrado. Pero, la diferencia sociológica en la que se basa la categorización es una diferencia imaginaria que puede basarse en una diferencia real (edad, color de piel, religión, etc.). Sin embargo, se percibe como real y está vinculada a un rango de valores.

La categoría de migrante en la parte inferior de la escala de valor

Como ya mencioné, hay palabras que se usan de manera diferente según las personas que migran. Esto crea categorías en las que se clasifica a las personas. El problema es que esto lleva a crear homogeneidad desde el exterior y a ordenarlas en un sistema de valores.

Bob analizó que las palabras actúan como clasificación:

  • Primero: el expatriado parece mucho más valioso porque se refiere a los europeos que viven en África;

  • Después, el exiliado se refiere a los poderosos africanos que vienen a vivir a europea;

  • Sigue El refugiado asignado a los que tienen derecho a la protección de Francia, como los sirios por ejemplo;

  • Al final, el migrante se ubica en el último lugar de la escala, señalando a los negros que están en Francia

Según los participantes este último se utiliza para « menospreciar », « minimizar » y todas las palabras que podéis leer en el power point. A esto añaden que es también la manera de decir la palabra, la mirada que la acompaña, es una manera de ser considerado que es chocante.

Así, lo que se percibe y rechaza es:

En primer lugar, el hecho de que esta categoría borra su singularidad y los reúne bajo una etiqueta común.

En segundo lugar, que es discriminatoria al no aplicarse de manera similar según la posición de poder o económica de las personas,

Finalmente, esta categoria se integra en un sistema de valores que lo deja en el nivel más bajo.

Asi que actúa como un proceso de alterización.

Con el nombre alterización – que es un neologismo sociológico utilizado tambień en francés – me refiero a : por un lado , los procesos discursivos y, por un otro, las acciones sociales y políticas que, ambos, atribuyen a ciertos individuos o grupos sociales, características fijas que los descalifican y están combinadas con valores morales generalmente negativos.

Así, este proceso conduce a considerar al otro como diferente, inferior - incluso mediante el uso de características positivas - lo que induce una jerarquía social. Este proceso puede actuar como una forma de deshumanización. Al reducir a la gente a características generales, desvalorizadas, borra la parte humana de la persona. Priva a las personas de su poder para actuar porque las percibe como pasivas, como objetos.

Ahora, entendamos de donde viene esta jerarquía.

Producción de alteridad en los discursos dominantes

Para entender este proceso en el tema de la migración, ponemos atención al lenguaje dominante, el de los políticos y los medios de comunicación que se difunde en lenguaje cotidiano. Los medios de comunicación desempeñan un papel central en la información de la opinión pública sobre la migración. Así, centran el debate público en un contexto situado y favorable al poder político existente. Estos discursos tienen repercusiones en las representaciones de las personas que emigran.

La amalgama entre “refugiado” y “migrante” empieza desde los años setenta, cuando los países europeos decidieron cerrar las fronteras. Como la inmigración ya estaba estigmatizada, esto condujo a una lógica de sospecha hacia aquellos que afirmaban ser refugiados. Como resultado, se estableció un vocabulario común desfavorable y la creación de una dicotomía retórica entre refugiados reales y falsos, asociando causas diferentes y opuestas de la migración: la política y la economía. Esta dicotomía se difunde mucho más porla prensa alrededor de 2015 cuando aparecen las llamadas « crisis de los migrantes ». En este año, la prensa debatió en torno del uso de las palabras « migrante » o « refugiado » para referirse a los que llegan. Se refuerza la construcción de representaciones sobre las causas legítimas de la migración y un trato diferenciado de las personas según sus países de origen.

Este proceso clasifica las “buenas” y las “malas” razones para huir de su país siguiendo la dicotomía entre el político y el económico. Y cuando hablamos de razones políticas, pensamos en la guerra por ejemplo. Esto es paradójico, porque no cumple con los criterios de la Convención de Ginebra para solicitar el estatuto de refugiado. La guerra no es un criterio. El conflicto armado es un criterio que permite solicitar la protección subsidiaria, una protección de menor calidad (1 año en lugar de 10).

Además, las razones equivocadas serían las motivaciones económicas. No obstante, sabemos que es imposible distinguir la multiplicidad de factores que llevan a la decisión de abandonar su país y que estos están totalmente vinculados. En torno a esto , Koffi plantea la cuestión siguiente:

¿ Es más legítimo morir de hambre que a causa de problemas políticos?

Debo explicar aquí que el término refugiado tiene doble connotación en Francia. Primero, la palabra se refiere a las personas que buscan una protección en otro país que el suyo. Esta es la que es apropiada para los participantes del taller. Segundo, el estatuto de refugiado legal, como categoría jurídica. Da acceso a la protección en forma de un permiso de residencia de diez años.

No obstante, en los medios de comunicación, en los discursos políticos y, por lo tanto, en el lenguaje cotidiano, este término no se utiliza para referirse a aquellos que realmente disfrutan de este estatus. Se utiliza para hacer una oposición entre aquellos que llegan legítimamente a Francia, los « refugiados », y los indeseables, los migrantes, que se ubican con los participantes del taller.

Además, el registro y el léxico de los medios de comunicación, para tratar el tema de la migración, propagan representaciones del migrante a través de varias figuras desvalorizadas o deshumanizadas. El migrante puede ser describido como peligroso, incontrolable. Cuando está representado actuando, el migrante es culpable. Esto me recuerda a Elsa Dorlin quien retrata que la violencia es el único poder de actuar reconocido para algunas personas; incluso cuando es para defenderse. También, puede ser tratado como una víctima o un objeto, aparece como pasivo… El problema es que la víctima constituye una alteridad radical. Esta profanada por el sufrimiento experimentado en el país de origen y a lo largo del viaje, y por eso, es radicalmente diferente de « nosotros ». En consecuencia, estos discursos construyen la diferencia, alejan simbólicamente al migrante de « nosotros ». Por la categorización, producen una frontera entre “ellos”, los deshumanizados, y “nosotros”.

Y al final, es muy raro escuchar a los primeros afectados, los propios migrantes, y es muy raro tratarlos como personas singulares, o sea, con una existencia particular, capaz de tomar decisiones….

Para continuar, propongo exponer cómo las categorías jurídicas, que desempeñan un papel clave en la vida de los solicitantes de asilo, producen también la alteridad.

II - Categorías jurídicas que producen alteridad y deshumanizan

En esta parte, voy a hablar de la construcción de las categorías jurídicas y sus efectos en las personas que solicitan asilo.

Al preparar una entrevista pública sobre fronteras en enero, tuvimos la idea de revisar las categorizaciones para tratar de las fronteras simbólicas. Les propongo escuchar el siguiente extracto sonoro para introducir la cuestión de las categorizaciones

Ani: ¿Somos emigrantes? Y la gente que viene de Siria, ¿es un refugiado? Pero pasaron por la misma OFPRA (Oficina Francesa de Protección de los Refugiados y Apátridas) que nosotros que… nos vamos porque tenemos un problema económico y todo eso…. al final…. para mí es lo mismo. Un refugiado y un inmigrante son la misma cosa.

Haba: Si estoy en el país, de hecho soy un refugiado, porque he dejado mi país, soy un refugiado. En nuestro país no hablamos del problema de los migrantes, no hay « migrantes ». Sólo aquí hemos oído la palabra « migrante » « migrante »… Ni siquiera conozco la definición de esa palabra: migrante. Por ejemplo, me dicen que soy un « migrante », pero cuando me preguntas, puedo decir « soy un refugiado » porque vine a refugiarme en un país que no conozco… pero cuando me dicen que soy un migrante, bueno, pienso diferente… creo que no soy un ser humano de hecho. Porque la palabra migrante ni siquiera conozco la definición…. así que cuando la gente me dice eso, mi mente se va a otra parte…. Si aquí que oí esa palabra, migrante que soy migrante porque vine en el agua

Koffi: Entonces, ¿los que vienen en avión no son inmigrantes?

Haba: ¡Oh, bien! Ahora, no lo sé porque nos dicen que somos migrantes porque vinimos por mar, así que los otros que vienen en el avión no sé cómo se llaman. Si también los llamamos inmigrantes, no lo sé. Pero en mi opinión, se les llama refugiados.

Koffi : ah, es el complejo…

Dadi: Sí

¿Complejo de qué? ¿Inferioridad o superioridad?

Dadi: Superioridad. Se ve a sí mismo como superior a él. Si vino en avión y vino en barco, no importa. No veo la diferencia, uno vio pájaros, el otro vio peces, ¡no sé la diferencia!

Justin: Un día conocí a un congoleño que creo que, en casa de una señora, me preguntó: « ¿De qué país eres? « , le dije « Guinea », « ¡Oh, sí! » Primero me preguntó « viniste cuando », « Fue hace unos tres meses », me dijo « Viniste cuando… » Le dije « He venido tanto este mes » y luego me dijo « ¿de qué país vienes? « Le dije « Vengo de Guinea », dijo bien: « No lo conseguirás, no tendrás el estatuto de refugiado », me contestó directamente, ¡te lo aseguro directamente! ¡No dijo nada más que eso! No permiten que nos protejan aquí, y eres congoleño, así me respondió. Pero, yo tenía mucho respeto por la señora que fui a visitar, no tenía nada, como él me contestó así que no dije nada…. nos reímos después de que nos fuimos. Si no, tenía una palabra que decirle, y no le dije nada…

Programa completa : audioblog.arteradio.com/blog/98862/podcast/136377/la-voix-qui-crie-dans-le-desert-6

Muestra de audio del programa La voix qui crie dans le désert

Construcción de categorías jurídicas no relacionadas con la realidad

Esta discusión nos permite continuar nuestra reflexión en torno de la construcción de categorías jurídicas que, por un lado, construyen artificialmente un grupo: los solicitantes de asilo; y, por el otro, producen diferencias dentro de este grupo. De hecho, la producción de estas categorías implica lacreaciónde un grupo. Con este objetivo, se necesitan criterios de diferenciación para decidir qué separar, delimitar, oponerse; y también criterios para reunir.

La fabricación de diferencias para establecer categorías es el primer requisito para llevar a cabo el tratamiento diferenciado.

En efecto, como lo dijo Ani, cualquiera que sea la palabra que les atribuyamos en la práctica, las personas que solicitan asilo en Francia pasan por el mismo procedimiento y las mismas instituciones. Con la categoría « solicitante de asilo » agrupamos diferentes personas y las vemos como similares.

Sin embargo, como lo expresó Justin, no todos están percibidos de la misma manera, ni siquiera tratados de manera similar. La diferencia se construye en la categorización y también a través de las prácticas. Por ejemplo, algunas personas consiguen un hogar y otras no. Produce pequeños privilegios.

Por ejemplo, algunos serán tratados por el procedimiento de Dublín. Este procedimiento estipula que las personas deben llevar a cabo su demanda de asilo en el primer país de la Unión Europea por el que hayan pasado. Esto conduce a un procedimiento específico: la solicitud de asilo no puede registrarse hasta el fin de la negociación entre el país responsable de este procedimiento y el país en el que se encuentra el solicitante. Durante este período, que dura entre 6 y 18 meses, las personas pueden ser asignadas a un domicilio hasta 45 días.

En la práctica, no es sistemático que se aplique este procedimiento, depende del poder discrecional del agente de la administración. Este procedimiento tiene efectos psicológicos muy violentos, algunas personas caen completamente en depresión, angustia y miedo.

Luego, el procedimiento « clásico » se subdivide en dos procedimientos: uno llamado « normal » y el otro « acelerado ». Eso cambia en parte las condiciones, menos favorables para el procedimiento acelerado. Este se utiliza por diversas razones, en particular cuando la persona procede de un país dicho « seguro », según criterios decididos por la autoridad, lo que no tienen que ver con la realidad de las personas que proceden de esos países, por ejemplo Turquía.

De hecho, en el contexto del derecho de los extranjeros en general, las categorías jurídicas no se construyen de acuerdo con la realidad de los hechos migratorios. Por ejemplo, el procedimiento de Dublín está en contradicción con los hechos reales. Las personas que entran en Europa por vía terrestre o marítima están obligadas a pasar por los mismos países. ¿Son los únicos que deben tomar la responsabilidad de las solicitudes de asilo?

Por lo tanto, las categorías jurídicas, como la designación, simplifican considerablemente una realidad compleja y móvil. También se imponen a los primeros interesados, porque no tienen realmente la elección de la categoría que les corresponde. Así, las categorías jurídicas asignan las personas a un sitio. Sin embargo, el encuadre jurídico que se les impone , no lo cumple el mismo Estado. Por ejemplo, solicitantes de asilo tienen derecho a un alojamiento y un subsidio porque no están autorizados a trabajar, pero el Estado no cumple con estas reglas.

En torno de la construcción de categorías jurídicas, el caso de estatuto de refugiado es muy interesante porque su definición y su aplicación han variado históricamente según los retos políticos y económicos. La socióloga Karen Akoka ha demostrado que los criterios que determinan cuáles son las condiciones que amenazan la supervivencia, son el resultado de una perspectiva política. Y también, la concesión del estatuto de refugiado puede ser vinculada con las relaciones diplomáticas de Francia con los países de origen y el contexto económico, por ejemplo la búsqueda de fuerza de trabajo en algún sector.

Esta producción de la diferencia entre los solicitantes de asilo por categorías jurídicas y su aplicación es percibida e interiorizada por los primeros interesados.

Interiorización de las categorías y de las expectativas vinculadas

Por lo tanto, hay efectos en la percepción que los primeros afectados tienen de sí mismos y de los demás dentro del grupo denominado « migrante ». Esto es evidente en la grabación que acabamos de escuchar. El hecho de haber utilizado diferentes rutas de migración marca la diferencia. Estas representaciones se interiorizan y se proyectan en los demás. Para las categorías jurídicas, funciona también. La concesión del estatuto de refugiado establece una frontera simbólica entre los que han tenido éxito y los que han fracasado. La experiencia del procedimiento y las prácticas de las instituciones se identifican y se transmiten entre los interesados. En el audio, Justin toca un tema importante: hay una baja probabilidad de que los hombres guineanos obtengan protección. Esta información circula y participa en la construcción de las percepciones.

También, se observa en torno de los diferentes tipos de protección. Algunos confiesan que no perciben a las personas de la misma manera cuando consiguen la protección. Actúa como un complejo de inferioridad. Y el punto de vista depende del tipo de protección que se les da: de diez años o de un año. “El documento” parece muy importante. El procedimiento se vive en la angustia del rechazo, que lleva a la categorización de los migrantes indocumentados, « sin valor » como dijo Daniel. En consecuencia, la escala de valores también existe para las categorías jurídicas.

Además, en esta dirección, la interiorización también existe en torno de las expectativas que caracterizan el procedimiento. Para salir bien, o sea, « conseguir los papeles », hay que convencer a las personas que toman la decisión de que ellos son realmente víctimas de amenazas y persecución en su país. Como lo he dicho, las personas que solicitan asilo son sospechosos. Por lo tanto, es necesario adoptar una narrativa desde la perspectiva de la victimización y se despliega en todos los ámbitos de la vida social. Para que sea legítimo instalarse en Francia, hay que ser una víctima, haber huido de las atrocidades.

Por supuesto, en esta interiorización que intento describir, hay una parte consciente, como las tácticas implicadas en la demanda, y una parte inconsciente.

Para terminar, en las cuestiones de categorización me parece necesario poner atención en lo que produce la fabricación de alteridad enla experiencia de las personas que la viven.

III - Vivir la fabricación de alteridad

Quiero demostrar que la fabricación de alteridad conduce a la trivialización de la violencia.

Crear alteridad sirve para poder justificar mejor las prácticas injustificables

¿Para qué construir una frontera simbólica irreductible entre « nosotros » y « ellos », los migrantes?

Esto sirve para justificar prácticas injustas y violentas. Pero funciona como un círculo vicioso: crear al otro permite someterlo a prácticas injustificables. Al mismo tiempo, el hecho de someter estas personas a este tipo de prácticas crea la distancia, la frontera simbólica. Hay ciertas cosas que no podemos imaginarnos haciendo. No podemos identificarnos con ellas. ¿Cómo podemos identificarnos con las personas que cruzan el Mediterráneo arriesgando sus vidas?

El concepto de liminalidad, del antropólogo Michel Agier, ilustra perfectamente lo que interpreto a partir de la experiencia del migrante. El trato de estas personas las condena a estar permanentemente en la frontera. Se caracteriza por los hechos siguientes :

  • vivir en una espera indeterminada que impide construir su vida

  • ser relegados a lugares marginales (alojamientos específicos o temporales o inexistentes)

  • ser precarios

  • ser privados de su autonomía

Todo esto causa mucha angustia, una angustia que puede ser paralizante, que a veces impide pensar. « La historia de los documentos no puedo pensar en ello; tienes que sacártela de la cabeza para vivir ».Ya que no percibimos a estas personas como similares, les aplicamos prácticas que no nos aplicaríamos a nosotros mismos. Y en consecuencia, construimos relaciones asimétricas, establecemos relaciones de dominación.

Hélène Thomas dice que la subjetividad y la intimidad de la víctima están sujetas a exhibición. Esto es particularmente cierto en el caso de los solicitantes de asilo, a los que se les pregunta constantemente sobre su vida, su intimidad, sus opciones…. Detrás del interés amable de la persona se esconden las condiciones de la relación asimétrica. Y porque necesitan los servicios del entrevistador o simplemente para ser bien vistos en Francia, las personas se sienten obligadas a contestar. Lo llamamos: el deber de contarse.

La trivialización de la violencia

Para ilustrar este tema, me propongo examinar las relaciones asimétricas que actúan en los actos cotidianos, o sea, aparentemente insignificantes que asignan a las personas a su sitio de “migrante”. Es una violencia invisible.

Durante un taller, los participantes contaron su experiencia en un evento de dos días sobre el tema de la hospitalidad. Nos explicaron cómo se sentían asignados a un sitio especial. No era en la palabra “el migrante” pero “el acogido” que esta era la palabra utilizada por una asociación que se dedican a la acogida de los solicitantes de asilo. Koffi fue invitado como orador, así como investigadores y asociaciones, ya que él es muy activo en asociaciones. Al no encontrar su nombre en las habitaciones de huéspedes, preguntó a un representante de una de las asociaciones que organizaron el evento por qué no estaba en las listas (incluso para la comida). Aquel les contesto que podía ponerse en la habitación de los « acogidos », es decir, de los « migrantes ». Los otros que estaban presentes en el mismo evento se sentían muy avergonzados de estar en una habitación reservada para los « acogidos » mientras que las otras habitaciones tenían los nombres de las personas en la puerta de la habitación… No estaban tratados como los otros huéspedes. Este detalle, el nombre en la puerta, mostraba la diferencia de estatus y la privación de su singularidad: estaban reducidos a una categoría globalizadora.

Esta anécdota es muy significativa. Nos hace pensar de nuevo en la pregunta de Bob: « ¿Cuál es la frontera, el límite, para que ya no seamos considerados como migrantes? " ¿Cómo salir de esta categoría cuando incluso en las prácticas más cotidianas se te devuelve a tu condición de migrante?

Así, los mecanismos de categorización fabrican la alteridad y deshumanizan, pues tratan a las personas no como sujetos políticos, como nosotros, sino como objetos.

Conclusión: Pasar del objeto al sujeto

Para concluir, propongo reflexionar cómo el taller de radio actúa contra la violencia. Su metodología es una manera de construir la paz. Los talleres tienen una doble dimensión:

  • Primero: En este espacio, analizamos las relaciones de dominación y las prácticas conexas con los primeros afectados por la violencia;

  • Segundo: En este espacio, trabajamos precisamente en la transformación de estas relaciones de dominación, buscando reequilibrar posiciones.

¿Cómo?

Por nuestra postura, como miembros establecidos del grupo mayoritario que designa y produce la alteridad; y, también, como investigadores que producen conocimiento. Hablamos de trabajo colectivo para reconocer que son los mismos participantes del taller quienes producen análisis de su experiencia.

No tengo tiempo para describirlo más pero quiero simplemente decir que, la “toma de palabra” es una acción que permite ser reconocido como una persona que piensa y actúa. “Hablar”, que también significa ser escuchado, es la oportunidad de dejar la asignación. Surge la idea de salir del deber de legitimarse tomando la palabra. La grabación es muy importante en esta perspectiva. Estoy convencido de que es lo que motiva a las personas a participar al taller: la idea de que su voz será escuchada. Cuando empezamos un programa mensual de radio, el título elegido fue La voix qui crie dans le désert, La voz que grita en el desierto, como una metáfora de sus experiencias en Europa.

Gracias por su amable atención !

Notas

Traduction réalisée avec Gema Arias et Eva Maréchal